Tarta de otoño

Ya sé que el nombre no aporta muchos datos sobre la receta. 

"De otoño" no es que sea precisamente concreto. Pero es que llamarla "tarta de manzanas, zanahorias, orejones, ciruelas pasas y canela" me parecía cuanto menos largo y poco original. 

Pues nada, ya sabéis los ingredientes.

Puede parecer que he abierto la alacena y me he puesto a coger un poco de todo lo que tenía, y... y es cierto, lo admito.

No es la primera vez ni será la última, porque ya tengo comprobado que  si tienes un mínimo de idea de mezclas de sabores, así surgen las mejores recetas. 

Y las peores también, pero esas no se publican.

En este caso es, sencillamente, maravillosa. Muy suave, ningún sabor predomina sobre los otros y todos casan a la perfección. Por cierto, ¡me caso en menos de tres semanas!

Vale, desactivo el modo-boda en el que vivo inmersa desde hace algunas semanas antes de que sea demasiado tarde y vuelvo a la tarta.

Con esa mezcla entenderéis ahora por qué la llamo "de otoño", ¿no? Huele a otoño, sabe a otoño y hasta tiene un color otoñal. ¡El nombre le viene perfecto!

Es la tarta de cumple de un buen amigo, Dani, con la que le dimos una merecida sorpresa. 

Por si acaso, antes de hornear la masa al completo preparé la versión mini, la de prueba, porque al ser una tarta de cumple no podía comerla antes, y no quiero darle a nadie algo que sepa tan mal que se envenene. 

Con la versión mini ya mordisqueada, para prevenir envenenamientos

Ahora que lo he dejado por escrito, creo que eso no puede ocurrir, ¿verdad? No puedes envenenarte por un mal sabor, ¿no? ¡Comienzo a alarmarme!

A no ser... a no ser que sepa tan tan tan mal que para quitarte el sabor te comas lo que tengas a mano, y lo que tengas a mano sea un boli, y te bebas la tinta.

Ayyy... 

Por favor, confiad en mí, todas las recetas que publico están probadas y saben bien. No hay necesidad de beber tinta de boli para quitarse el sabor. 

No quiero envenenamientos indirectos por mi culpa, que luego llegan los cargos de conciencia.

Tarta churretosa, ¡cómo me gustan! 

Pero a lo que vamos, lo que de verdad queréis y no mis digresiones absurdas: la receta.

     Ingredientes del bizcocho

• 100 g de zanahorias 
• 375 g de manzanas
• 2 orejones
• 2 ciruelas pasas 
• 110 ml de aceite de oliva
• 2 huevos
• 200 g de azúcar
• 300 g de harina 
• 1 cucharadita y media de canela molida
• 1 sobre de levadura
• 1 yogur (en mi caso de plátano, que era el que tenía)
• 50 ml de leche entera

Encendemos el horno a 180ºC y engrasamos dos moldes de 22 centímetros 

Pelamos las zanahorias y las manzanas y las trituramos junto con los orejones y las pasas. Yo lo he hecho directamente en el Thermomix. Añadimos el aceite y los huevos y los integramos. Incorporamos los ingredientes secos (azúcar, harina, canela y levadura), mezclamos bien y, por último, echamos el yogur y la leche. Volcamos la masa en los moldes y horneamos hasta que el palillo sale limpio.

     Ingredientes de la cobertura y el relleno

• 200 ml de nata con 35% de materia grasa
• 75 g de chocolate para fundir lo más puro posible

Ponemos a calentar en un cazo la nata, a fuego bajo. Una vez caliente, añadimos el chocolate y removemos, esperamos a que espese, apagamos el fuego, seguimos removiendo. Echamos un tercio entre los bizcochos y el resto sobre la capa superior, y esperamos que solidifique un poco.

¡Imposible no tener un antojo de tarta de otoño viendo esta foto!

A partir de ahora esta tarta se va a convertir en una receta básica en casa. Y cuenta como raciones de fruta y verdura, ¿no?

¡Feliz cumple Dani! ¡y un fuerte abrazo a todos!

Dani con las velas ya sopladas, horrible foto de móvil del corte y parte del grupo en la Torre Schindler del Pabellón de la Navegación