Gofres tradicionales con chocolate

Hay días en los que no doy una.

Parece que los planetas se han alineado para que todo me salga del revés, la desesperación y la apatía se adueñan de mí y al final, tras trabajar como un autómata, lo único que me consolaría es esperar a que se acabe el día tumbada en el sofá viendo una peli mientras como palomitas o chocolate. 

Pero claro, cuando tienes los planetas en tu contra ni siquiera el plan de "no hacer nada tirada en el sofá" puede funcionar. 

Y ocurre todo a la vez: 

No echan ninguna peli mínimamente aceptable y no te apetece ver las que tienes, no puedes hacer palomitas porque no tienes micro y aún quedan restos de quemado de la última vez que las intentaste hacer en el cazo (verídico) y, momento de pánico absoluto, ¡no queda chocolate! 

Ayer fue uno de esos días terribles. He sobrevivido no sé muy bien cómo. 

Para celebrar que aquí estoy, a pesar de que los planetas hicieron todo lo posible por acabar conmigo, he desayunado gofres. 

Dos para ser exactos, justo los que se ven en las fotos, y ahora que lo escribo (y que me he levantado un momento) quizás fuera demasiado... aunque no me importa, ¡he sobrevivido a uno de esos días terribles! ¡y al fin he comido chocolate!

Porque hay que reconocer que las penas son menos tristes con chocolate. O igual de tristes, pero se sobrellevan mejor. 

Y si el chocolate va sobre un gofre casero recién hecho... ¿de qué penas hablábamos?

Eso sí, esta receta necesita una herramienta y sin ella...

Extendemos las pepitas de chocolate derretidas con el propio calor del gofre...

Requisito vital: ¡tener una gofrera!

Creo que no hay manera de hacer gofres sin gofrera.

Seguro que alguien lo consigue, como los que calientan pizzas con una plancha y un secador. Seguro que habéis visto fotos de esas circulando por internet. 

Por si acaso, porque es algo que todo el mundo debería ver: 

La foto está tomada de internet, ¡no soy yo, de verdad!

Pues eso. 

A lo mejor alguien ha encontrado la manera de hacer gofres sin gofrera, pero permitidme que dude de los resultados. ¡Y mandadme fotos!

Vuelvo a las gofreras. 

Las hay de varias formas. Yo tengo dos, una eléctrica en forma de corazón con la que hice estos gofres salados de pavo y queso, receta que recomiendo al 500% (ahora que los veo, creo que van a caer por casa esta semana), y esta preciosidad para hacerlos a la vieja usanza:

Mis primeros gofres caseros, allá por el lejano 2010

¿Tenéis a mano una gofrera? Pues vamos con la receta.


     Ingredientes para 4 gofres

• 30 g de mantequilla sin sal
• 1 huevo XL
• 125 ml de leche
• 100 g de harina
• 1 cucharadita rasa de levadura
• 1 cucharadita rasa de azúcar
• 1 pizca de sal
• 1 cucharadita de aroma de vainilla

Derretimos la mantequilla. Como soy una vaga y no quiero fregar más de lo necesario, la he fundido en la Thermomix (si alguien se ofrece a regalarme un lavavajillas ¡en casa le estaremos muy agradecidos! y recibirá un montón de cupcakes y galletas, prometido). 

Agregamos los demás ingredientes y los mezclamos bien con ayuda de una batidora, Thermomix o lo que soláis utilizar. Dejamos reposar la masa unos minutos.

Enmantequillamos la gofrera si lo necesita (la mía sí porque es de hierro fundido) y la ponemos a calentar. 

Echamos masa sin olvidar de que va a crecer un poco porque lleva levadura, esperamos un poco... le damos la vuelta si la gofrera lo necesita... ¡y listos! 

Fácil, ¿verdad?

¿Quién puede resistirse viendo esta foto? Yo reconozco que soy incapaz

Si justo al sacarlos le echáis pepitas de chocolate se derriten... y si después le echáis más les da un toque crujiente... 

Y quien dice chocolate, dice mermelada, sirope de arce, nata y frambuesas,... hay tantas posibilidades como se os ocurran.

Pues nada, hasta pronto, nos vemos por Facebook o Twitter o por la blogosfera o en persona, quién sabe.

¡Un fuerte abrazo!